Dos aviones de United Airlines colisionaron sus alas mientras se preparaban para despegar en el Aeropuerto Internacional de San Francisco, lo que obligó a evacuar a más de 500 pasajeros y provocó la cancelación de dos vuelos internacionales. 533l67
El incidente ocurrió durante la madrugada del martes 6 de mayo, cuando el vuelo 863, con destino a Sídney, realizaba maniobras de retroceso desde la puerta de embarque. En ese momento, su ala derecha golpeó la punta del ala izquierda del vuelo 877, que se dirigía a Hong Kong. Según confirmó la istración Federal de Aviación (FAA), el impacto se produjo alrededor de las 00:35 (hora local) en una zona del aeropuerto donde no hay comunicación directa entre las tripulaciones y la torre de control.

Ninguna persona resultó herida, pero ambas aeronaves —modelos Boeing 777— quedaron fuera de servicio. A bordo viajaban 202 pasajeros y 16 tripulantes en el vuelo a Australia, y 306 pasajeros con otros 16 tripulantes rumbo a China, lo que eleva el total de personas afectadas a 540.
United Airlines aseguró que está trabajando para reubicar a los pasajeros en otros vuelos y minimizar las demoras. También señaló que está colaborando activamente con la investigación abierta por la FAA, la cual evaluará las grabaciones, las condiciones operativas y posibles errores humanos.
Este accidente ocurre en un contexto de creciente preocupación por la seguridad aérea en Estados Unidos. En los últimos meses se han registrado otros incidentes similares, incluidas colisiones menores en tierra y problemas de comunicación en aeropuertos clave como el de Newark. Incluso, en enero pasado, un choque entre un avión regional y un helicóptero militar en Washington dejó 67 víctimas fatales, en lo que fue el peor accidente aéreo en el país en las últimas dos décadas.

El nuevo incidente en San Francisco vuelve a poner en el centro del debate la necesidad de mejorar la supervisión de las maniobras en tierra, especialmente en zonas con poca visibilidad o sin control directo desde la torre. La FAA no ha adelantado posibles sanciones, pero se espera que la investigación derive en nuevas recomendaciones de seguridad para evitar que algo similar vuelva a ocurrir.