Una fuga masiva de diésel encendió las alarmas en el puerto de Baltimore este jueves, luego de que 2.000 galones de combustible terminaran en el agua, provocando una rápida intervención de equipos de emergencia locales, estatales y federales. 3foi
El incidente comenzó el miércoles por la mañana con un derrame menor de 200 galones en el hospital Johns Hopkins, ubicado en el este de la ciudad. Sin embargo, horas más tarde se reportó un segundo derrame mucho mayor en una marina a más de una milla de distancia, lo que activó una respuesta inmediata de los bomberos y autoridades ambientales.

Durante la noche, más de 100 trabajadores se desplegaron en el área para contener el daño. Las autoridades colocaron barreras flotantes en el agua y comenzaron a recolectar el combustible derramado, que dejó una visible mancha rojiza en el puerto debido al tinte del diésel. El jefe de bomberos, James Wallace, explicó que también se estaban limpiando los sistemas de drenaje pluvial para evitar que el producto se expandiera más allá del área afectada.
Aunque el gobernador Wes Moore elogió la rapidez del operativo, las tareas de limpieza continuarán durante gran parte del jueves. Se espera que haya cortes en el tránsito y se pidió a la población evitar la zona hasta nuevo aviso.

Por el momento, las autoridades locales aseguraron que no hay indicios de afectación al agua potable, aunque se mantiene un monitoreo constante de la situación. El alcalde de Baltimore, Brandon Scott, aseguró que la prioridad es proteger la salud pública y minimizar cualquier impacto ecológico en la región portuaria.