Un depredador silencioso y esquivo está causando revuelo en el sur de Estados Unidos. Varios habitantes de Texas aseguran haber visto al jaguarundi, un felino que no se registraba en la región desde 1986. 1q4l5m
Los primeros reportes llegaron desde Seguin, en el centro del estado, donde vecinos notaron la presencia de un animal con cuerpo alargado y pelaje oscuro cerca de Link Road y la autopista estatal 46. Las descripciones coincidían con las del jaguarundi, un pequeño felino originario del sur de América del Norte y Centroamérica.

En cuestión de horas, las redes sociales se inundaron de testimonios. Algunos incluso afirmaron haberlo visto en zonas como Uvalde, Del Rio, Chappell Hill y Lake Jackson. La presencia del animal fue mencionada también por Brad Sowder, meteorólogo de FOX San Antonio, lo que dio mayor visibilidad al caso.
Un fantasma del pasado 2v6r1c
El Departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas (TPWD) confirmó que el último avistamiento oficial de un jaguarundi ocurrió cerca de Brownsville en 1986. Desde entonces, se lo consideraba extirpado, es decir, extinto localmente. Aunque aún existen poblaciones pequeñas en el norte de México, su rastro en suelo texano había desaparecido por completo.
Este felino es del tamaño de un gato doméstico grande, pesa entre 4 y 8 kilos, y puede medir hasta 76 cm de largo. A diferencia de otros felinos, el jaguarundi es activo durante el día, sobre todo en horas de calor cuando busca agua. Aun así, su naturaleza tímida y su preferencia por áreas densas lo hacen muy difícil de detectar.
¿Regreso natural o desplazamiento forzado? 2v1y5g
Expertos en fauna silvestre mantienen la cautela. Hasta ahora, ningún reporte ha sido verificado oficialmente por las autoridades. Sin embargo, las imágenes compartidas por vecinos y naturalistas han generado un creciente interés científico.

Para Rachel Malstaff, directora de mamíferos del Zoológico de San Antonio, es improbable que el regreso sea natural. En cambio, cree que el avance urbano y la deforestación en el norte de México podrían haber forzado al felino a buscar nuevos hábitats al norte de la frontera.
Mientras los científicos siguen recopilando datos, los residentes de Texas se preguntan si están siendo testigos de un regreso histórico o del último intento de supervivencia de una especie amenazada.