En lo que parecía una caminata más por el Wissahickon Valley Park en Filadelfia, dos excursionistas quedaron atónitos al toparse con algo completamente fuera de lugar: un Porsche Panamera abandonado en medio del sendero. En vez de fauna o paisajes naturales, lo que interrumpió su trayecto fue un imponente deportivo, claramente fuera de contexto. p2n5u

Sorprendidos por la presencia del vehículo en un camino exclusivo para peatones, los senderistas alertaron a las autoridades del parque, temiendo que se tratara de un caso delictivo. Sin embargo, la verdad detrás del Porsche perdido resultó mucho más humana —y un poco cómica.
El coche pertenecía a un hombre de 84 años, quien había seguido fielmente las indicaciones de su GPS, sin saber que lo llevarían por un sendero diseñado solo para caminantes. Lo insólito es que logró avanzar casi dos kilómetros por el estrecho camino sin que el coche sufriera daños de gravedad. Al darse cuenta de la situación, avergonzado y sin posibilidad de dar marcha atrás, el conductor abandonó el vehículo y pidió ayuda.

El rescate del Porsche no fue sencillo: se necesitó de un quad con cabestrante y varias horas de trabajo del equipo forestal para sacar el auto del lugar sin afectar el entorno natural. Afortunadamente, el deportivo solo terminó con algunos arañazos superficiales.
El incidente no terminó en multa, ya que las autoridades consideraron que no hubo intención de violar ninguna norma. El octogenario solo tuvo que hacerse cargo del costo del rescate y, tras el operativo, pudo volver a conducir su vehículo.
El caso rápidamente se volvió viral y dejó una valiosa lección: incluso el mejor auto del mundo puede terminar perdido en la montaña si se sigue el GPS a ciegas.