Un voraz incendio se desató en la mañana del jueves 5 de junio en un depósito de autobuses de SEPTA, la autoridad de transporte del sureste de Pensilvania, ubicado en el barrio Tioga-Nicetown, al norte de Filadelfia. Las llamas envolvieron al menos 40 vehículos fuera de servicio, generando una densa columna de humo visible desde varios puntos de la ciudad. 41n2m

El fuego comenzó alrededor de las 6:15 a.m. en las instalaciones de Midvale, donde se almacenaban unidades que esperaban ser desmanteladas. A pesar de la magnitud del incidente, no se reportaron heridos. Sin embargo, las autoridades desplegaron un operativo masivo con más de 150 bomberos para contener el siniestro, que fue finalmente controlado poco después de las 8:00 a.m.
Durante el operativo, los equipos enfrentaron dificultades logísticas para acceder a los focos principales del incendio y trasladar agua. Algunos trabajadores de SEPTA ayudaron a mover autobuses aún intactos para despejar el área. En medio del fuego, se registraron explosiones provocadas por neumáticos reventando debido al calor extremo.
Las unidades afectadas incluían autobuses a gasolina y eléctricos —estos últimos estaban desenergizados al momento del incidente, según informó la propia autoridad de transporte.
El humo generó preocupación ambiental: el Departamento de Salud Pública de Filadelfia y la Oficina de Manejo de Emergencias emitieron alertas por la calidad del aire, recomendando a los residentes cerrar puertas y ventanas, evitar actividad física al aire libre y, si era necesario salir, usar mascarilla. Equipos de inspección fueron enviados al lugar para recolectar muestras de aire, aunque por el momento no se han detectado sustancias tóxicas.

La causa del incendio aún no ha sido determinada, pero un inspector del Departamento de Bomberos ya está investigando su origen. SEPTA aseguró que sus operaciones no fueron afectadas, ya que los vehículos involucrados no estaban en circulación.
El incendio también provocó cortes de calles y congestionamiento vehicular, especialmente en la Ruta 1, donde varios automovilistas redujeron la velocidad para observar lo ocurrido. Las autoridades pidieron evitar la zona mientras continúan las tareas de limpieza y evaluación.
Aunque el fuego ya fue extinguido, el impacto visual y ambiental todavía se siente en Filadelfia. Las autoridades mantienen el monitoreo y recomiendan precaución a los ciudadanos hasta nuevo aviso.