Un vuelo de JetBlue que venía desde Chicago vivió un momento crítico este jueves 12 de junio tras aterrizar en el aeropuerto Logan de Boston. La aeronave, un Airbus A220 con decenas de pasajeros a bordo, se desvió bruscamente de la pista y terminó varada sobre el césped, lo que obligó al cierre temporal del aeropuerto y dejó a todos con el corazón en la boca. 1d5hw

Aunque ningún pasajero resultó herido, las imágenes desde la pista muestran al avión rodeado de camiones de bomberos y vehículos de emergencia, mientras los viajeros eran evacuados con escaleras móviles y trasladados en colectivos a la terminal. Las autoridades federales investigan una posible falla en el sistema de dirección del avión, que habría provocado la peligrosa maniobra.
Según la istración Federal de Aviación (FAA), el incidente ocurrió cerca de las 11:55 a.m., justo cuando el vuelo 312 realizaba el giro final tras un aterrizaje aparentemente normal. Pero algo salió mal: la cabina perdió el control del sistema de dirección y el avión se salió del asfalto a gran velocidad.
“Fue un aterrizaje suave. Nadie se preocupó al principio. Pero de repente giramos fuerte a la izquierda y terminamos fuera de la pista”, contó Drew Behmoiras, uno de los pasajeros. Otro viajero lo calificó como su “primer verdadero susto en un avión”.

Mientras la FAA y posiblemente el NTSB investigan el hecho, JetBlue emitió un escueto comunicado en el que aseguró que la seguridad es su máxima prioridad y que cooperará plenamente con las autoridades. Sin embargo, el suceso reaviva los debates sobre el mantenimiento de las flotas y las condiciones de seguridad en los vuelos comerciales dentro de Estados Unidos.
El aeropuerto Logan retomó sus operaciones cerca de una hora y media después, pero los retrasos continuaron durante toda la tarde. Por fortuna, esta vez el susto no pasó a mayores, aunque para muchos pasajeros, será difícil volver a volar sin pensarlo dos veces.