Un millón y medio de metros cúbicos de hielo, rocas y nieve se desprendieron del glaciar Birch y arrasaron con parte del pequeño pueblo alpino de Blatten, al sur de Suiza. Afortunadamente, los 300 residentes habían sido evacuados una semana antes, cuando las autoridades alertaron sobre un colapso inminente. 4d425s

El alud glaciar ocurrió el miércoles 28 de mayo alrededor de las 15:30 (hora local), desatando una violenta avalancha que destruyó varias viviendas y dejó al pueblo cubierto de escombros. Las imágenes, que se volvieron virales en redes sociales, mostraron una enorme nube de polvo y fragmentos descendiendo por la montaña y envolviendo la aldea.
Las autoridades suizas habían ordenado la evacuación total el 19 de mayo, ante el acelerado derretimiento de nieve y hielo en los glaciares Birch y Nesthorn, un fenómeno impulsado por el cambio climático. El sistema nacional de alerta Alertswiss fue clave para prevenir víctimas.
Las evaluaciones aéreas revelaron cabañas destruidas y sepultadas bajo los restos del colapso, mientras que expertos confirmaron que el evento involucró cerca de 1,5 millones de metros cúbicos de material.

El caso de Blatten no es aislado. En 2023, el pueblo de Brienz también fue evacuado por deslizamientos similares. Los glaciares suizos han perdido un 10% de su volumen en apenas dos años, y los científicos advierten que el retroceso de estas masas de hielo es uno de los más acelerados registrados en la historia reciente del país.
La tragedia de Blatten pone nuevamente en foco la vulnerabilidad creciente de las comunidades alpinas frente al calentamiento global.